Si uno no es lo suficientemente inteligente como para predecir con precisión el resultado de una acción, para decidir si proceder o no, es mejor estar seguro de uno mismo que no actuar en absoluto. De esta manera, los atrevidos son más aptos que los tímidos, porque aunque muchos fracasarán, los que triunfarán serán atrevidos.
Sin embargo, actuar sin saber, incluso cuando piensas que lo sabes, es una forma de autoengaño. Por lo tanto, el autoengaño transmite una ventaja de supervivencia sobre la parálisis de la razón.
Es interesante que la audacia por sí sola no gane el día, sino que el talento para pensar, improvisar soluciones a problemas inesperados, es el factor principal para el éxito.
Así que aquí está la fórmula: atreverse atormentado por la ilusión, consigue uno en lugares estrechos, y el ingenio rápido consigue uno con éxito a través de los puntos estrechos.
- ¿Es posible ser un empresario si no puedes juzgar con precisión a las personas?
- Si los perros pueden entender la naturaleza y las intenciones humanas, ¿serán leales?
- ¿Qué es algo que haces a menudo y que nadie conoce?
- ¿Por qué a tanta gente de alta inteligencia no le gusta Toronto?
- ¿Es cierto que las personas promedio se ven mucho mejor en su comportamiento hacia los demás que las atractivas y bellas?
Recuerda que la evolución es un juego de números. No hay garantías para ningún individuo, pero los rasgos que transmiten una ventaja de supervivencia (en términos de aptitud reproductiva general) son los que la progenie de sobrevivientes también poseerá.