El odio es una versión extrema del disgusto y es causado por la intolerancia.
Cuando alguien se siente incómodo con algo o con otra persona, tiende a evitar cualquier relación con él. Y es posible que quieran controlar el contacto directo e indirecto, por lo que sienten la necesidad de expresarlo a otros para imponer su punto de vista y evitar encuentros no deseados.
Por ejemplo, digamos que no te gustan los gatos por la razón X. Bien, no te gustan los gatos, pero como no puedes tolerar las cosas que no te gustan en un nivel mínimo, cualquier cosa asociada con los gatos suena mal. Desde los dueños de gatos hasta los dibujos animados de gatos, ve la necesidad de informar a todos a su alrededor que los “odia” y también comienza a evitar a las personas con opiniones diferentes.
La cosa es que no siempre la razón del odio es razonable. La misma persona puede odiar a los gatos porque es alérgico a la piel, pero hay personas que aman a los gatos, aunque no puedan permanecer cerca de ellos.
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Básicamente el odio es baja tolerancia.