Tengo 17 años y tengo el coeficiente intelectual de 137. Mi novia está en 107. Puedo decirles que ya hay una gran diferencia en la forma en que nos comportamos. Me doy cuenta constantemente, no formo opiniones al instante, me gusta “sentarse”, mi mente siempre está en sintonía con mi pasado, mi futuro y mis hipótesis. Muchos de mis compañeros dudan de mis conocimientos y consejos y dicen: “solo tienes 17 años, no pienses que estás por encima de mí”, cuando en realidad, casi lo estoy cuando todo lo que trato de hacer es ayudar.
Creo que la conciencia y la mentalidad abierta son mis mayores diferencias entre otras personas en la escuela secundaria y yo.