Sencillamente, en la sociedad occidental, el individuo promedio se apela a sí mismo como la fuente de la moralidad objetiva. Debido a esto, deben tomar simultáneamente dos posturas dicotómicas.
1.) Estoy en la moral alta en el tema A.
2.) No hay correcto o incorrecto, porque la moral es relativa.
Como puede ver, estos dos son mutuamente excluyentes y exhaustivos del espacio de la moralidad.
- Cómo lidiar con dos chicos molestos hablando a mi lado en clase
- ¿Cómo resisten las personas los dulces antojos?
- ¿Los seres humanos todavía saben instintivamente cómo tener relaciones sexuales?
- Cómo manejar la tecnología despreciativa de los luditas.
- ¿Cuáles son algunas suposiciones falsas que las personas hacen acerca de los estadounidenses?
Renunciar a la primera posición sería dañar el orgullo y el ego.
Abandonar la segunda postura sería admitir que sí existe una moral objetiva, lo que significa que uno debe buscar activamente la verdad y seguir varios códigos de ética que son inconvenientes para sus deseos egoístas.
Como puede imaginar, este sistema de moralidad es altamente estresante e implica grandes cantidades de autoengaño y orgullo. Esto es suficiente para hacer que alguien esté constantemente enojado y listo para decir y hacer cosas horribles en defensa de sus puntos de vista.