Yo diría que este es un caso de pensamiento de todo o nada. “Ofendo a la gente cuando digo lo que pienso, por lo tanto no lo voy a decir en absoluto”. Solo porque un enfoque de una conversación no haya tenido éxito, eso no significa que su opuesto sea la respuesta. Cuidado con ese tipo de lógica polarizada, en blanco y negro. Limita las opciones que tiene y le impide desarrollar una gama más amplia de herramientas para hacer frente a situaciones sociales.
Quizás lo que estás experimentando es que has estado escuchando para reaccionar , respondiendo de la misma manera a una gran variedad de personas en diversas circunstancias. Cuando escuchas a reaccionar, las personas pueden sentir que no están siendo escuchadas. Incluso si están de acuerdo con usted, es posible que no aprecien que esté ofreciendo algo distinto a lo que ellos querían en primer lugar. Pero date un poco de tiempo: no puedes leer las mentes de otras personas. Así que en lugar de ir inmediatamente a pedir consejo, respira.
Y esta es la parte difícil: ESCUCHAR. La escucha requiere práctica. En psicología hay un término llamado “escucha activa” que implica el uso de técnicas para participar como oyente, en lugar de dejar que las palabras que escuchas fluyan por un oído y por el otro.
- ¿Sólo quieren sacar algunas cosas de su pecho? Pregunte para estar seguro: “Realmente necesita desahogarse ahora, ¿eh?”
- Repita o parafrasee lo que está escuchando.
- Investigue un poco más profundo: haga preguntas que sigan el tema en el que se encuentra su interlocutor.
- Llévelo al orador: NO secuestre la conversación al hablar de una situación similar en la que se encontraba, no hasta que el orador termine de descargarse.
- Evite la mentalidad de “arreglarlo”: muchas veces ofrecemos opiniones porque la persona que nos habla no está contenta con algo y queremos resolverlo lo más rápido posible. Esto ejerce presión sobre el orador y se desvía de la verdadera naturaleza de la conversación.
- Valide el altavoz. Si puede, póngase en su lugar y asegúreles que puede imaginar cómo se sienten. Si están hablando de algo con lo que no tienes experiencia, admítelo.
- Relajarse. No siempre es necesario tener algo que ofrecer. Recuerda, tu amigo se acercó a ti para hablar de ello. A veces tu presencia es suficiente. Sólo estar allí te hace parte del momento.
Mantener las opiniones para usted mismo puede ser un desafío, especialmente cuando se identifica como una persona directa y abierta. Pero nosotros, como personas, somos una colección de hábitos. Nadie es de una manera todo el tiempo, necesariamente. Te beneficiarás de reformular tu autoimagen. En lugar de “Soy directo y directo”, tal vez intente decir “Estoy abierto y confiado”. Esto te liberará para que adquieras hábitos adicionales a los que ya tienes que te ayudarán a adaptarte mejor en situaciones sociales.
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