Primero, un título técnico no lo excluye de las opciones más “centradas en las personas”. De hecho, es increíble cuando alguien es sólido en ciencia y también tiene la capacidad de relacionarse con la mayoría de las personas.
Si no lo has hecho, aprovecha a los consejeros de tu universidad. Normalmente, estas personas han estado en el mundo de los negocios y comprenden las necesidades corporativas actuales. Muchas universidades tienen evaluaciones de intereses intrincados: aproveche las de su escuela porque hacen preguntas que tal vez nunca consideraría de otra manera.
Mira las ofertas de trabajo en empresas conocidas. ¿Cuál es su percepción cuando lee la descripción general y luego las calificaciones específicas? Quién sabe, es posible que desee ser un científico, un médico o un profesional de Huma Resources.
Habla con quienes te conocen mejor ¿Cómo te ven? ¿Qué ven ellos como tus fortalezas? Debilidades?
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Luego, toma una decisión y sumérgete. Recuerda, no estarás atado a una profesión de por vida.
¡Buena suerte!