Te daré una respuesta simple.
Si te digo que quiero ser freelancer y trabajo 8 horas al día, ¿no sabrás algo sobre mí?
Si te digo que amo cierto tipo de música, ¿no sabrás algo sobre mí?
Si te digo qué tipo de comida me gusta y qué tipo de ropa me pongo, ¿no sabrás algo sobre mí?
- ¿Es posible que una persona tenga un desempeño extraordinario en todas las áreas de la vida?
- ¿Por qué la gente crea argumentos inútiles sobre temas triviales, como qué equipo es mejor en un determinado deporte y termina por detestarse unos a otros?
- ¿Cómo es que no nos convertimos en lo que nos gusta y disfrutamos?
- ¿Por qué una persona me dice que está tratando de que yo los odie?
- ¿Por qué las personas en situaciones desesperadas no se suicidan?
La respuesta es “Lo haré” a todas las preguntas. Si te cuento todas esas cosas, me conocerás, porque sabes cosas sobre mí. Si nos reunimos un día, sabrás que no saldré contigo las primeras 8 horas de cada día, porque estoy trabajando como freelance, sabrás qué tipo de música escucho, así que quizás escuches las mismas cosas, y sabrás lo que esperas que use, porque te dije lo que usualmente uso.
Las personas no creen que puedan conocerse entre sí a través de mensajes o correo, ya que las personas PUEDEN conocerse a través de mensajes o correo.
No necesitas estar frente a alguien para conocerlos. Es lo mismo que estar delante de la pantalla. Te dicen cosas sobre sí mismos, tú les dices cosas sobre ti mismo.
La única diferencia es la falta de lenguaje corporal y expresiones, que la mayoría de la gente no entiende de todos modos. La mayoría de las personas no podrán saber si estoy mintiendo o no basándose solo en mis expresiones faciales, porque no todos saben cómo funcionan. Y si crees que estoy equivocado, créeme, mentí mucho en mis tiempos y no mucha gente logró saberlo.
Puedes conocer a una persona a través de muchas cosas, no solo cara a cara. Lo que importa es la comunicación entre las dos personas, no la forma en que se realiza la comunicación.