Si, absolutamente. No solo se forma una relación, en realidad disfrutas de la tensión que existe allí. Intentas acariciar el odio buscando signos de comportamiento similar en los demás, buscando una razón para odiar y difundiendo la negatividad todo el tiempo.
Tratarás de atribuir todos los errores en tu vida a esa persona y sus acciones. Tu vida está incompleta sin la “incorrecta”. En resumen, ¡te conviertes en el Batman del Joker de alguien o viceversa!