No voy a decir que obtenemos “lo peor”. Diré que obtenemos a aquellos con más ego que preocupación por uno mismo o por la familia.
Tomemos el sistema político estadounidense tal como ha existido en el pasado, digamos, 34 años como un “caso en cuestión” válido.
Y, asumamos que un ciudadano muy bien motivado, capaz, honorable, ético, moral y trabajador existió con un deseo ardiente de servir a la ciudadanía.
Supongamos que este individuo proviene de la comunidad empresarial donde ha realizado negocios exitosos y éticos durante, digamos, alrededor de 15 años, y está casado, con dos hijos de edades comprendidas entre 12 y 14 años. Y, este individuo proviene de un Familia con tres (3) hermanos.
Este buen ciudadano ha pasado años apoyando al partido político de su elección. Y, ha sido reconocido por su apoyo por parte del partido.
El partido se acerca a esta excelente persona y dice: “Nos gustaría presentar su nombre como candidato para el puesto vacante en el Congreso de los EE. UU. Pendiente en su distrito”.
Siendo sabio, esta excelente persona agradece a los miembros del grupo reunidos, declara que se siente profundamente honrado y promete responderles tan pronto como tenga la oportunidad de discutir el asunto con todas las partes involucradas.
Al regresar a casa, el individuo (si es sabio) comienza un proceso de varias semanas para discutir el asunto con:
- Su cónyuge (que experimentó en un acto homosexual durante su adolescencia y que él / ella elige no revelar)
- Sus padres y los padres del cónyuge (quienes todos, casualmente, fueron pacíficos pero visiblemente activos en el movimiento de protesta de la guerra de Vietnam). También mencionaron al “tío Festus” que fue condenado por tráfico de drogas hace 20 años.
- Socios comerciales: varios de los cuales expresaron inquietudes personales sin explicar los detalles.
- Sus hermanos – dos de los tres fueron tratados por “enfermedades mentales” en el pasado
- Sus hijos – eran entusiastas.
- Su contador, que recuerda cuidadosamente a la multa ciudadana que a fuerza de aplicar las leyes y regulaciones actuales sobre el impuesto a la renta exactamente como están escritas, no ha pagado el impuesto a la renta en cinco (5) años.
El buen ciudadano reflexiona sobre la decisión y se compara con lo que a muchos en nuestra sociedad les encanta describir como el “derecho a saber” del público.
El buen ciudadano declina cortésmente la invitación del partido.
En la historia anterior, ¿qué (en última instancia) causó este triste estado de cosas?
¿Cómo nos han ayudado e instigado ese tema?
¿Qué podríamos hacer diferente?
Los mejores deseos.