Durante mucho tiempo, mi lema fue “hacer lo mínimo necesario para sobrevivir”. Esto se aplica en la escuela, en el trabajo, en las relaciones y en la vida en general.
Esto me convirtió en una persona egoísta que siempre buscaba obtener el máximo sin dar adecuadamente.
Esta actitud me llevó a una seria deuda financiera, perdí amigos, novias e incluso el favor de mis padres.
En algún lugar en el camino experimenté un cambio de paradigma. Desarrollé un tipo de gobernador interno que ya no me permitía hacer lo mínimo.
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Cambié mi lema: decidí agregar tanto valor como sea posible en la vida de las personas y dar todo lo que pueda sin preocuparme por lo que obtengo a cambio.
Desde que hice este cambio, he visto tremendos resultados: éxito en mi carrera profesional, ¡ahora estoy completamente libre de deudas! Estoy casado con una mujer maravillosa, he recuperado amigos y tengo una relación saludable con mis padres.
tl; dr pasé de hacer lo menos posible a hacer todo lo que pueda en cualquier situación y eso ha marcado la diferencia.