No es así como funciona: no hay un interruptor en tu cabeza que puedas girar para simplemente “rechazar el miedo“. Esa idea simplifica en exceso la psicología humana a un grado tan extremo que puede ser descartada como autoengaño y exageración.
El miedo es un subproducto natural de nuestra historia evolutiva: todas las especies están conectadas para analizar el entorno en busca de amenazas y reaccionar ante ellas, y nuestra psicología refleja que … lo que hace que los humanos sean algo distintos es que también tenemos un “yo abstracto”, creado por La fábrica de conceptos de la mente, que es capaz de temer cosas que son abstractas.
En general, a los perros no les preocupa que alguien descubra su pasado oscuro. Los humanos sí se preocupan por eso, porque tienen conceptos de sí mismo que son generalizaciones fabricadas por la “máquina de mantenimiento del ego”.
Los temores que se asocian con este tipo de ego (ego) no están tan arraigados como los temores de ser perseguidos por un tigre: es posible que un humano se “ilumine” sobre su ego de tal manera que Gran parte del miedo asociado con ese tipo de identidad desaparece.
- ¿Crees que si cambias el pensamiento de una persona, puedes cambiar la forma en que se comportan y se sienten?
- ¿Qué sucede cuando a las personas se les asignan tareas que no estaban destinadas a hacer y para las que no están preparadas?
- ¿Por qué la gente escribe?
- ¿Cuál es la raíz del egoísmo?
- ¿Los físicos viven en otro mundo que se separa del mundo de las personas normales?
Pero esto no es absolutamente una cuestión de “negarse a tener miedo”, se trata de poder ver la naturaleza del ego y recuperar la libertad del ser. Y sí, si ese tipo de claridad y libertad estuvieran generalizadas, sería una gran diferencia para la vida, porque gran parte de las luchas de la humanidad provienen de este miedo impulsado por el ego.