No puedes cambiar el pensamiento de una persona. Solo esa persona puede cambiar la forma en que esa persona está pensando, aunque los consejos tuyos o de cualquiera pueden ser muy útiles.
Nuestros patrones de pensamiento influyen en nuestras emociones y nuestro comportamiento. No es la imagen completa de la psicología de alguien, pero la relación entre pensamientos, acciones y emociones suele ser un punto de partida para la psicoterapia para pacientes con trastorno de ansiedad, por ejemplo.
Pero al final depende de cada individuo qué pensar, por supuesto.
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