La imginación puede ser tanto una bendición como una maldición. En mi experiencia clínica, a menudo he encontrado personas que usan la imaginación para escapar de la realidad y moverse hacia un mundo fantástico de fantasía simplemente porque están tan abrumados por sus circunstancias. Lo hacen particularmente cuando se sienten incapaces de hacer frente a las demandas de su entorno.
La imaginación es la semilla de toda la creación. Incluso aquellos que creen que no son imaginativos, por lo general lo son, es solo que no lo saben.
Si está seguro de que no está utilizando la imaginación como una forma de escapar de su realidad, le sugiero que se someta a un entrenamiento suficiente para perfeccionar y mejorar sus habilidades primero. Menciona que desea escribir un libro, primero inscríbase en un curso de escritura de un día de un autor o editor de renombre. Amplíe su vocabulario aprendiendo nuevas palabras todos los días. Escribe al menos dos piezas diarias. Intenta y publica tus ideas con una revista local.
A menos que esté dispuesto a invertir todo su esfuerzo en refinar su oficio, es probable que sea solo una fantasía pasajera. Hágase la pregunta, ¿a qué estoy dispuesto a renunciar para perseguir mi sueño? Eso le dará claridad sobre si expresar su creatividad es realmente su sueño o no.
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