Introversión
La introversión es simplemente una preferencia natural por el tiempo de tranquilidad solo o con otras personas tranquilas. Los introvertidos tienden a centrar su atención en los pensamientos y sentimientos internos para procesarlos profundamente y obtener ideas o ideas creativas. Pueden tender a observar situaciones más que directamente participar. Pueden ser sensibles a la sobreestimulación, por lo que a menudo los lugares ruidosos son desagradables y agotadores.
Todo esto es muy diferente de los extrovertidos que prefieren estar en situaciones sociales con mucha interacción verbal y participación activa.
Ni la introversión ni la extraversión son buenas o malas. Solo son diferencias naturales en la atención y el comportamiento, debido a las ligeras diferencias en el cerebro que son similares a las diferencias naturales en la altura o el metabolismo. Sin embargo, las personas con introversión extrema o extraversión pueden encontrar la vida cotidiana problemática a veces.
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TIMIDEZ
La timidez es un miedo a la interacción social. El miedo se adquiere de experiencias negativas en la vida temprana.
Algunos escenarios típicos:
- Un niño expresivo o impulsivo con frecuencia es regañado o castigado por decir cosas “tontas” o “estúpidas”.
- Un niño es recogido en la escuela y tiene miedo de las interacciones con las personas en general, fuera de la familia.
- Un niño amable se aterroriza de decir algo después de darse cuenta de que sus propias palabras pueden herir a los demás.
El nivel de miedo puede aumentar con el tiempo porque a menudo se refuerza a sí mismo: la experiencia de ser tímido en una ocasión puede hacer que se sienta más ansioso y aprensivo en la próxima ocasión, minando gradualmente su confianza.
Entonces, la timidez no se relaciona necesariamente con la introversión, ya que las personas que son relativamente extrovertidas ciertamente pueden crecer con cierto temor a la interacción social. Pero hay un escenario común que se asocia con la introversión:
- Un niño introvertido crece rodeado de extrovertidos. Se le dice repetidamente que es “tímida” o se le pregunta “¿por qué está tan callada?” Ella aprende que ser una persona naturalmente tranquila es inaceptable, por lo que intenta forzarse a ser más interactiva socialmente. Pero como su cerebro no funciona así, con frecuencia comete errores que la hacen parecer socialmente inepta para otras personas. Así que, gradualmente, teme abrir la boca por temor a poner el pie en ella, y luego se regaña por no abrir la boca. La espiral de ansiedad hace que ella se aferre aún más en situaciones sociales.
Entonces, la introversión natural está bien, pero la introversión combinada con la timidez puede llevar a la ansiedad social y al sentimiento de desesperanza.