En el estudio de la historia, ‘qué pasaría si’ se llaman contrafactuales, y generalmente se consideran un pasatiempo pintoresco sin una aplicación práctica real. En Ciencia Política también son una especie de truco de fiesta pintoresco, aunque a veces resultan útiles cuando se le pide que recomiende una política, siempre consciente del hecho de que en prácticamente cero casos las predicciones políticas terminan siendo correctas más allá de un horizonte del tiempo que está constantemente en movimiento. La distinción cuidadosa es que si puede preparar contingencias, puede aplicar la preparación a cualquiera de sus muchos escenarios a los que los eventos reales se adhieran más estrechamente.
¿Respuesta corta? En mis campos de estudio, al menos, son casi totalmente inútiles. Roger Whittaker canta una canción que dice “si es para niños, construyendo fantasías”.