Sí, realmente necesitamos comunicación.
Veamos un ejemplo muy simple.
Imagina que sigues siendo un bebé. Quieres tener algo de comida porque tienes hambre. Aún no has aprendido cómo expresar tus sentimientos usando oraciones y palabras. Pero, lo que harás es llorar.
Eso, en realidad, es una forma simple de comunicación. Si no sabes cómo comunicarte, incluso con gestos simples, entonces tu vida sufrirá. Aprender a expresar lo que tenemos en mente es una habilidad que se da cuando uno nace.
- ¿Por qué mi padre piensa que alguien está enfermo solo cuando no puede caminar o hablar?
- Me encuentro irrespetuoso con la gente en demasiadas ocasiones. ¿Cómo cambio?
- ¿Por qué las personas responden positivamente cuando se aborda con su nombre?
- ¿Es posible tener una idea que cuando se les dice a los demás no les hace ver al instante los signos de $? ¿Se puede confiar en las personas para que actúen éticamente?
- Estoy teniendo una conversación con otra persona. Comienzan a ponerse nerviosos. Puedo decir porque comienzan a tartamudear y moverse. ¿Que puedo hacer?
Ahora, vamos a tener otro escenario.
Ahora imagina que has crecido y eres profesor de matemáticas en una institución bien conocida. Has encontrado un teorema. Ahora, le gustaría presentar su teorema a otros profesores. También deberá poder comunicar sus conclusiones. Es por eso que algunas personas dicen que la capacidad de presentarse frente al público es increíblemente importante.
Por lo tanto, aprender a comunicarse correctamente. Lo creas o no, estas habilidades son muy, muy y muy importantes. Si sueñas con ser un CEO o un matemático conocido, aprende a presentarte frente a las personas. Únete a hablar en público o cualquier cosa.