Sí, pero requiere mucho trabajo, mucha práctica y, sobre todo, paciencia contigo mismo. El primer paso es darse cuenta cuando suceda. Cuando comienzas a prestar atención a cuándo comienza el sentimiento y solo observas la ruta que toma, la ansiedad comenzará a perder su poder. La atención plena es la clave para recuperar la compostura. Prestar atención también acortará los episodios. Concédase permiso para que suceda y simplemente aprenda los entresijos de sus síntomas.
No pondría ninguna energía en preguntarme cómo te encuentras hasta que te manejas con la ansiedad. Parece que eres sensible y te activan cuando te pilla desprevenido. Concéntrese en desarrollar algunos límites interpersonales, puede parecer incómodo al principio, pero seguirlo. Es más fácil defender tus límites que sentir que tienes que defenderte a ti mismo. Cuando respetas tu propio espacio, otros también lo harán.