Típicamente, nuestros rostros expresan naturalmente cómo nos sentimos. Ciertamente podemos controlar esa expresión y lo haremos por muchas razones saludables. No hay problema si alguien no tiene ganas de sonreír, y no se nos exige que seamos muy expresivos.
El “efecto contundente” es más que no querer sonreír. Se refiere a una presentación que generalmente es menos expresiva (facial, gestual, vocalmente, enérgica) de lo que se esperaría por el contenido de lo que se dice. Se refiere al afecto de cualquier tipo: felicidad, enojo, tristeza, preocupación, miedo, etc.
El afecto contundente se distingue del “afecto plano”, que trata de la ausencia de expresión afectiva. Represente una “línea plana” en un monitor cardíaco. Cualquiera de los dos puede reflejar una desconexión. Lo que finalmente se dirigirá es aquello que refleja la desconexión.
- ¿Cómo controlar sus reacciones siendo que eso es de lo que surge el 90% de nuestros problemas? De las distorsiones cognitivas, la respiración y la atención plena, ¿cómo puedo pasar de la ansiedad a una reacción normal?
- ¿Cómo uno deja de sentirse mal y ensombrecido por todos los demás?
- ¿Cuándo es la bondad una forma de debilidad?
- ¿Es malo ser una persona que no tiene talento en él?
- ¿Está mal fallar en algo?