¿Por qué el “efecto contundente” es algo malo?

Típicamente, nuestros rostros expresan naturalmente cómo nos sentimos. Ciertamente podemos controlar esa expresión y lo haremos por muchas razones saludables. No hay problema si alguien no tiene ganas de sonreír, y no se nos exige que seamos muy expresivos.

El “efecto contundente” es más que no querer sonreír. Se refiere a una presentación que generalmente es menos expresiva (facial, gestual, vocalmente, enérgica) de lo que se esperaría por el contenido de lo que se dice. Se refiere al afecto de cualquier tipo: felicidad, enojo, tristeza, preocupación, miedo, etc.

El afecto contundente se distingue del “afecto plano”, que trata de la ausencia de expresión afectiva. Represente una “línea plana” en un monitor cardíaco. Cualquiera de los dos puede reflejar una desconexión. Lo que finalmente se dirigirá es aquello que refleja la desconexión.

Existe un peligro en el “efecto contundente” porque sugiere que alguien puede estar en un episodio depresivo. Pero, irónicamente, algunas personas tienen una cara de aspecto triste, incluso cuando todo está bien. Si ese es el caso, realmente no hay mucho que puedas hacer al respecto porque no vas a andar riéndote todo el tiempo o realmente te preocuparás. En una nota más seria, si está hablando de sí mismo y tiene algún síntoma de depresión, hágase una evaluación. Tenga una buena noche.

Esto tiene un aspecto cultural. En algunas culturas (coreano y árabe, por ejemplo) se supone que no debes sonreír a los extraños. Y los europeos también pueden sentirse desconcertados por lo sonrientes que pueden ser los estadounidenses.

Vivimos en un mundo donde tratamos constantemente con extraños y personas que no nos conocen bien. Este es un gran logro: evolucionamos para tratar principalmente con personas que hemos conocido todas nuestras vidas, en pequeñas tribus. Así que tu efecto es importante para ayudar a facilitar esto. Una persona que los demás no pueden “leer” tenderá a desencadenar nuestra respuesta natural de “peligro extraño”. No quieres hacer eso. No tienes que sonreír como un idiota, pero ser visualmente nada, no le da a los demás a tu alrededor nada a lo que aferrarse, por así decirlo. Eres como una bola de boliche sin agujeros. O esta señora:

El origen biológico de la sonrisa no era expresar amistad, sino expresar placación, mostrar sus dientes en un arreglo de “no morder”.

Para nosotros los humanos, una leve sonrisa servirá. También el gesto de la ceja, que es universal para todas las sociedades humanas e indica “Reconozco tu presencia; ve en paz; No quiero hacerte daño, ni estoy intentando iniciar una interacción contigo.

Solo necesitas mostrar a los demás que eres consciente de ellos y que no eres un peligro. Cualquier cosa más es opcional.

¿Estás combinando falta de expresión con falta de emoción? El primero es bueno en un juego de póquer, el segundo es un signo de mala salud mental (frágil o no resistente).