Si yo fuera uno de tus amigos íntimos y dejara de hablarme por más de una semana, definitivamente pensaría que algo andaba mal. Empezaría a preguntarme si dije algo que te lastimara. Pensaría que tal vez ya no éramos amigos. Me preguntaría si te sientes bien y si hay algo que pueda hacer para que te sientas mejor.
En otras palabras, no, no es normal. Si desea asegurarse de que sus amistades continúen prosperando, intente mantener la comunicación con ellas, al menos hágales saber cómo se está desempeñando (especialmente si comienzan a mostrar preocupación por usted).