La gran mentira: la propaganda nazi
Cuando el nazismo surgió en Alemania en la década de 1930, el antisemitismo no era nada nuevo, ni mucho menos. El pueblo judío había sufrido una larga historia de prejuicios y persecución. Y aunque los nazis perpetuaron mentiras de siglos, esta vez esas mentiras tendrían sus efectos más devastadores. Como nunca antes, el antisemitismo se manifestó en una política nacional radical conocida como “la Solución Final”, que buscaba eliminar a los judíos de la faz de la Tierra.
Para lograr esto, Adolf Hitler y su ministro de propaganda, Joseph Goebbels, lanzaron una campaña masiva para convencer al pueblo alemán de que los judíos eran sus enemigos. Habiéndose apoderado de la prensa, difundieron mentiras culpando a los judíos de todos los problemas de Alemania, incluida la pérdida de la Primera Guerra Mundial. el pan sin levadura comido en la Pascua [fuente: Landau].
Usando a los judíos como chivos expiatorios, Hitler y sus compinches orquestaron lo que llamaron “la gran mentira”. Esta teoría establece que no importa cuán grande sea la mentira (o más precisamente, porque es muy grande), la gente lo creerá si la repites lo suficiente. Hitler razonó, todo el mundo dice pequeñas mentiras, pero pocos tienen las agallas para decir mentiras colosales [fuente: Hoffer]. Debido a que una gran mentira es tan improbable, la gente llegará a aceptarlo.
Fuente: 10 de las mentiras más grandes de la historia – HowStuffWorks
(¿Suena un poco familiar en términos de eventos actuales?)