Las cosas de las que nos preocupamos rara vez suceden y las cosas que suceden rara vez ocurren de la manera que imaginamos. Las proyecciones futuras son dramas creados en la mente y no existen, sin embargo, podemos desperdiciar tanta energía preocupándonos por lo peor que puede suceder. Lo que podemos tratar es lo que está sucediendo ahora.
Hay muchas ideas de desastres que constantemente son presentadas por los medios de comunicación. Un asteroide podría golpear la tierra, el súper volcán de Yellowstone podría estallar, un tornado podría entregar tiburones a Los Ángeles o Nueva York. Este último puede ser un poco improbable, pero hay cosas que no podemos evitar y por las que no podemos prepararnos, por lo que no hay motivos útiles para preocuparse. Por otro lado, hay cosas en las que podemos hacer algo para asegurar nuestra propia seguridad y la seguridad de los demás. Podemos tomar medidas para prevenir el calentamiento global, podemos actuar para crear un mundo más pacífico. Las acciones de un individuo pueden ser pequeñas pero no insignificantes. Cuando nos preocupamos por las cosas que no podemos cambiar, nos estamos colocando en un lugar donde no podemos hacer nada. Aquellos que desean controlar nuestro comportamiento promueven el miedo porque las personas temerosas no toman buenas decisiones.
Cuando vivimos en el futuro o en el pasado, estamos descuidando nuestras vidas que existen ahora. Entonces sentimos que nuestro tiempo se está acabando. Vive ahora y tu tiempo es infinito.
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