El problema con Kayla no es Kayla sino su madre. Su madre estaba trastornada y le enseñó a su hija pensamientos y comportamientos erróneos que ella simplemente está replicando. Cambiar eso a su edad es muy difícil, pero está lejos de ser imposible. Kayla necesita una gran cantidad de ayuda psicológica, el apoyo de toda su familia (incluida la madrastra) y una reflexión sobre sus comportamientos y creencias. Ella necesita darse cuenta por sí misma de que tiene un problema y quiere solucionarlo. Los profesionales y su familia pueden guiarla para que lo vea por sí misma.
Debido a que Kayla es un peligro para sus hermanos, es absolutamente normal que estén separados pero no aislados. Se le podría colocar en un internado con asistencia psiquiátrica donde hablaría y vería a su familia regularmente, como que su familia la visitara los fines de semana o que ella viniera a la casa. Su entorno debe ser firme, fuerte, comprensivo, solidario y paciente con ella.