Esto es contencioso, e ideológico.
Solo daré mi respuesta, como un hombre blanco de mediana edad cis het.
Tengo juicio Tengo opiniones No estoy privado de mis opiniones o juicios, simplemente por accidente de los privilegios que he heredado. Tengo derecho a discutir esas opiniones, y mientras lo haga de manera abierta, receptiva y respetuosa, eso es algo bueno.
Dicho esto: soy privilegiado, lo que significa que tengo una perspectiva hegemónica *. Los tipos de perspectivas que naturalmente alineo para que me escuchen mucho, y son familiares para mí y para mis interlocutores. Los tipos de perspectivas que pueden tener mis interlocutores menos privilegiados no son necesariamente tan familiares para mí.
- Psicología de la vida cotidiana: ¿Por qué empiezo a perder interés en las personas después de que se abren un poco?
- Creé el software de la aplicación en Java y SQL Server 2005. ¿Cómo puedo hacerlo para actuar como un software en tiempo real?
- ¿Qué es la intuición?
- ¿Vale Facebook mi tiempo?
- ¿Por qué algunas personas tienen miedo de decir ‘hola’?
Lo que significa que, si bien mi opinión y opinión son tan válidas como las de cualquier otro, admito que tengo más que aprender de los menos privilegiados que ellos, sobre las realidades a las que se enfrentan. Y estar abierto al aprendizaje significa que, muchas veces, retengo el juicio, no interrumpo, y solo escucho. Y debido a que mi privilegio es el tipo de privilegio que ahoga las voces de los demás, no comparto mi opinión y criterio hasta que sea apropiado: no es todo acerca de mí.
¿Es el grito reflejo de los hombres y los blancos la buena ciudadanía y la buena alianza? No, porque los gritos reflejos no son un discurso, son una protección del césped. Pero si los menos privilegiados han creado un espacio para hablar de su falta de privilegios, entonces los más privilegiados están en ese espacio como invitados; y es cortés actuar como tal. Ofrezca su opinión, pero ofrézcala con cortesía y con un poco de respeto.
Si siguen gritándote, y honestamente estás hablando de buena fe con ellos, por qué entonces, no hay discusión; sacude el polvo de tus zapatos y sigue adelante. Pero asegúrate de que has estado escuchando y tratando de aprender.
* Si el síndrome de Tourette de Sam Morningstar implica decir “neo-marxismo”, el mío es “hegemonía”.