Desafortunadamente, esto no sucede para muchos, pero para el propósito de esta pregunta, usaré la generalización de “nosotros”.
Desde el momento en que nacemos, se nos enseña que somos amados y con esto se sigue la idea de que si somos una buena niña o un niño, seremos más amados. Si somos malos, entonces, con suerte, nuestros padres seguirán amándonos, aunque en ese momento estén molestos con nuestro comportamiento.
Por lo tanto, también se deduce que si nuestros esfuerzos por ser amados / por ser los mejores / por lograr la aprobación de nuestras familias o de nuestros compañeros no son apreciados, entonces podemos ser muy infelices. Desafortunadamente, también somos nuestros peores enemigos, en tanto que nos esforzamos por alcanzar el éxito en muchas áreas de nuestras vidas, si no alcanzamos lo que percibimos como “perfección”, nos sentimos igualmente decepcionados.
También tendemos a juzgar a las personas por lo que hacen, por ejemplo, un médico está en la “parte superior” del árbol social, un conserje o un limpiador sanitario pueden estar en el extremo inferior del poste. Por lo tanto, nuestra condición social se establece por lo que hacemos y nuestra apariencia. ¡Los medios se ocupan de la parte de apariencia con gran éxito, permitiéndonos ver todas nuestras fallas físicas por triplicado!
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Cuando nos hemos esforzado por ser lo mejor que podemos ser en la vida, en el trabajo o en situaciones sociales, ser rechazado es muy doloroso, especialmente en el amor. ¿No nos hemos “perfeccionado” a nosotros mismos lo mejor que podemos, y aún no somos “dignos”?
Todos tenemos un miedo o rechazo de alguna forma u otra. ¡La persona a la que se le pide que pronuncie un discurso está aterrorizada de que será abucheada fuera del escenario! El actor que camina en el escenario está petrificado porque a la audiencia no le gustará y resultará en ser reemplazado … la lista continúa.
Entonces, con la mayor parte de la sociedad juzgándonos por nuestro trabajo y por lo que hacemos socialmente, por no mencionar nuestra apariencia, es muy probable que la noche siga al día en que tengamos miedo, no necesariamente al punto de la parálisis, del rechazo de las personas. cuya opinión es importante para nosotros