Levántese de la silla, salga y hable con un extraño en la calle. Trate de hacer esto con frecuencia, y antes de que se vuelva tímido, pregunte y responda:
– ¿Qué demonios estoy perdiendo por intentar esto?
– NADA
Este es un ejercicio muy bueno para tener confianza contigo mismo.
PD: Trata de no acosar a la gente: P, solo aproximate a alguien en la calle y sé amable.