La discriminación por edad es una forma de discriminación y prejuicio, particularmente experimentada por las personas mayores. La mayoría de los adultos mayores son mental y físicamente activos, independientemente de la edad, con mucho que aportar. Sin embargo, las normas sociales marginan a los adultos mayores, los tratan con falta de respeto, los hacen sentir mal recibidos y generalizan como si todos fueran iguales.
Por ejemplo:
- Los comediantes nocturnos y el programa de entrevistas presentan una broma sobre las personas mayores y la pérdida de la memoria;
- Los médicos a menudo pasan del paciente mayor a un niño adulto como si el adulto mayor no estuviera en la habitación;
- Los adultos más jóvenes se burlan de los adultos mayores por ser “lentos”;
- Los anuncios comerciales muestran a los adultos mayores como obsoletos, y carecen de conocimientos sobre la cultura moderna y las nuevas tecnologías;
- Ciertas leyes y regulaciones son paternalistas hacia los adultos mayores y limitan sus opciones.
El ageism roba a las personas mayores la elección, la independencia, la dignidad y afecta negativamente su calidad de vida.
Este estereotipo de que uno es inútil después de que envejece, es importante para las personas hacer las cosas a cierta edad, por lo que no es “demasiado tarde” para el grahestashram y otros.