Una semana de no comer o de ser acosado por su arrendador por no pagar el alquiler a tiempo. Vergüenza. Entendiendo el concepto de pagar ahora o pagar más tarde, finalmente. Miedo viejo y simple. Y cortando todo endeudamiento en las cuentas de intereses, por más doloroso que sea al principio. Utilizando su tarjeta de débito en su lugar.
Encuentro que a menudo este comportamiento no es una mera imprudencia, sino que proviene de necesidades profundamente arraigadas. Si puede encontrar esa respuesta, entonces la terapia minorista habría perdido su brillo. El problema es que, como ocurre en la mayoría de los países de América del Norte, no lo encontramos y no lo podemos encontrar, y hay muchas cosas que nos distraen de reflexionar profundamente. Reemplazar las compras con un pasatiempo más gratificante y terapéutico es probablemente la mejor salida y la más constructiva. ¡Mientras no cueste demasiado!