Me gusta describir esto en términos de la “esfera del yo”. Si visualizas al yo como una esfera y preguntas “¿qué tan grande es esa esfera?”, Puedes entender mucho sobre el comportamiento humano a partir de una simple metáfora.
Alguien que odia mucho, o alguien que tiene mucho miedo, que corresponde a una pequeña esfera. Estar estrechamente envuelto en sus pequeñas creencias acerca de quiénes son, cualquier cosa “por ahí” da miedo. El odio es solo miedo con guarnición de ira para hacer que se sienta más poderoso.
Así que el odio y el miedo son gemelos siameses, y ambos viven en una esfera muy pequeña de sí mismos.
Ahora considere al Dr. Martin Luther King o Gandhi – muy, muy, gran esfera. Toda la humanidad está en su familia. No significa que te den un pase por cada idea estúpida que hayas tenido o por todas las cosas malas que hayas hecho, pero estás en su club si tienes un latido, ¿no? Enorme esfera.
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La mayoría de nosotros estamos en algún lugar intermedio, y el tamaño de esa esfera crece y se reduce a medida que nuestro valor y nuestros valores compiten con nuestro miedo y odio por el dominio. Entonces, quien odia es alguien que no lo está haciendo muy bien en el departamento del tamaño de una esfera.
Sin embargo, un poco más: creo que la verdad acerca de King y Gandhi no es realmente que tenían grandes esferas, es que su esfera se expandió tanto que explotó. Sin un límite alrededor de ellos mismos, dejaron de recordar el odio.
A veces olvidar es algo bueno.