Te diré por qué los niños no solo se quitan la nariz (porque se siente bien), ¡sino también por qué comen esas pequeñas pepitas que sacan! Así que siéntate y relájate, escucha al buen doctor:
Es un pequeño y desagradable hábito el que la mayoría de los padres intenten disuadir a sus hijos de participar lo más temprano posible en sus años de infancia. Una pieza particular de la investigación científica en realidad sugiere que los niños que comen sus propios mocos pueden terminar construyendo una inmunidad más fuerte en comparación con sus compañeros y seguir viviendo vidas más saludables y felices.
Esta es la evaluación un tanto inusual realizada por el Dr. Friedrich Bischinger, un profesor y especialista en pulmones de Austria, cuya investigación relacionada con los mocos y la inmunidad lo llevó a hacer esta afirmación un tanto impactante. Según el Dr. Bischinger, los mocos, como suele llamarse, tienden a albergar bacterias que, cuando se comen, ayudan a fortalecer el sistema inmunológico natural del cuerpo.
“Desde el punto de vista médico, tiene mucho sentido y es algo perfectamente natural”, sostiene el Dr. Bischinger. “En cuanto al sistema inmunológico, la nariz es un filtro en el que se acumula una gran cantidad de bacterias, y cuando esta mezcla llega a los intestinos funciona como un medicamento”.
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Piénselo como un tipo de vacuna comestible, si lo desea, excepto sin los materiales fetales abortados, el mercurio, el veneno para ratas y el aluminio. En todo caso, es un método mucho más seguro que las vacunas aprobadas para administrar pequeñas dosis de bacterias que ya han sido cubiertas con moco protector, en lugar de inyectarlas en el cuerpo con una aguja. ¡Todos sabemos cómo los niños odian las agujas! ¿Quién sabe? ¡Tal vez los boogers saben bien!
En lo que respecta al aspecto de la felicidad, el Dr. Bischinger cree que los niños naturalmente se vuelven locos y están completamente felices de hacerlo. Sin embargo, una vez que los padres y otras personas en la sociedad comienzan a desalentar la práctica, los niños se vuelven más reservados y tímidos al momento de meterse la nariz, lo que los hace sentir más incómodos e infelices en el futuro. Los adultos seguro que chupan!
“Con el dedo puede llegar a lugares a los que simplemente no puede llegar con un pañuelo, manteniendo su nariz mucho más limpia”, agrega el Dr. Bischinger sobre lo que alega son los méritos de la selección de la nariz. “Comer los restos secos de lo que saca es una excelente manera de fortalecer el sistema inmunológico del cuerpo”.
“Recomendaría un nuevo enfoque en el que se alienta a los niños a que se elijan la nariz. Es una respuesta completamente natural y, desde el punto de vista médico, también es una buena idea”.
Hey chico, elíjame un ganador!