Estamos juzgando a las personas (pero no solo a ellas) todo el tiempo. Es una función importante del cerebro. Para la toma de decisiones es necesaria una evaluación “buena o mala”. Así que no hay manera de evitar juzgar.
Además nuestros cerebros tienen un fuerte sesgo de confirmación. No nos gustan las cosas que nos obligan a cambiar de opinión.
La disciplina es la supresión de los impulsos (en su mayoría naturales). Desde mi punto de vista, una pequeña cantidad es necesaria para no desmoronarse. Pero me gusta mi yo indisciplinado mucho mejor que el disciplinado. Y otros lo hacen también.
Dejar ir y aflojar algo hace que la vida sea mucho mejor. A veces es importante superar la pereza (llamada “Schweinehund interno ” – perro de cerdo interno – en alemán) pero solo hasta el momento en que la meta que queremos lograr (por ejemplo, “más aptitud”) se convierta en parte de nuestro ser natural.
- ¿Por qué los ingenieros de Google siempre dan a las personas la sensación de que no son humanos?
- ¿Por qué la gente menosprecia a los programadores? Le he preguntado a mucha gente y piensan que la programación es como el peor trabajo que puedes tener.
- ¿Hay alguna buena razón para odiar a alguien?
- ¿Eres un gilipollas?
- ¿Cuáles son algunas de las leyes locas en Dubai?
La disciplina es el combustible de la guerra. Nunca estaré a gusto con eso.
Por lo tanto, juzgar a las personas por su disciplina debe considerarse ético. Sin embargo, muestra una falta de disciplina social.