Es posible que tenga ansiedad social y al comprar regalos caros para la gente, automáticamente lo coloca en una posición en la que la otra persona ahora siente cierta ansiedad por aceptar ese regalo. El receptor del regalo ahora se siente obligado a agradecerle y de alguna manera devolverle el favor. La próxima vez que sientas este impulso, intenta tomar un segundo para pensar por qué. Mi madre solía salir con un chico, así que llámalo Bob. Bob solía comprar a mi madre joyas caras, vino, zapatos y siempre le permitía usar sus caros automóviles. Un día, lo noté en el teléfono gritándole a alguien. Él sabía que yo estaba allí, pero continuó su conversación. De niño, me di cuenta de que se consideraba la “gran enchelada” y usaba su dinero para difundir su nombre como la gran enchelada. Estaba creando un falso sentido de la realidad que evitó que viera la verdad. Bob era un viejo anciano, caído y crujiente. Tristemente. Mi mamá dejó a Bob y encontró a una anciana con quien pasar el tiempo unos días más tarde. (Basta de bob)
Date cuenta de por qué sientes la necesidad, y aprehende por qué. Gastar dinero en las personas es una forma falsa de hacer que se sientan como si estuvieras cuidando de ellas. En su lugar, pasar tiempo de calidad con ellos. En la cena, un juego de deportes, la playa … etc … La vida es corta, la familia es genial. Dios bendiga