Tiene que ver con la terquedad, la arrogancia y la estrechez mental.
Una persona que no acepta nuevas ideas no lo hará porque se aferra a sus propias ideas. Para él es absurdo que cualquier idea pueda ser mejor o más perspicaz que la suya.
La arrogancia entra en juego cuando esta persona habla con alguien que tiene una opinión diferente a la de él. Se burlará de las creencias de la otra persona si es extremadamente arrogante. Es muy difícil llegar a ningún lado con esta persona, ya que intentarán hacer agujeros en todo lo que digas.
La estrechez mental suele ser causada por la falta de educación (ignorancia) o experiencia. Por ejemplo, si una persona nunca ha estado en la tienda y ha visto helado de chocolate, puede creer que el helado de chocolate no existe. Para otras personas, parecería una locura que él no crea que el helado de chocolate no existe. Pero para él, es una inferencia razonable.