No.
Cuando la gente no puede leerte, se vuelven inciertos. Cuando las personas se vuelven inciertas, comienzan a dudar de sí mismas, no de ti. Es precisamente por este mecanismo que mantener una cara seria puede ser tan poderoso.
Única excepción: cuando estás en una confrontación realmente subordinada (piensa en niños – padres). En estos casos, mantener una cara seria puede interpretarse como un signo de falta de respeto.