Cómo dejar de enojarse y frustrarse tan instantáneamente cuando las cosas no van bien

Tener una reacción diferente a la misma situación significa ver fundamentalmente la situación de una manera diferente. La meditación es una de las formas en que puedes ayudar a entrenar tu mente para ver las cosas de manera diferente.

Con respecto a la frustración por las cosas que no van bien, el primer paso es preguntarse qué tipo de pensamientos lo precedieron. ¿Eres quizás una persona muy motivada y tiendes a formar ideas internas sobre cómo deberían progresar las cosas? Tener un plan o una visión sobre cómo irán las cosas es bueno, pero estar demasiado apegado a ese plan es una receta para la frustración. No podemos controlarlo todo, y lo que es más importante, no todas las desviaciones del plan significan que algo va a ser un desastre.

La frustración por las cosas que no van bien viene del miedo a lo que sucederá debido a una desviación de cómo pensabas que iban las cosas. Pero en realidad, normalmente las cosas no serán desastres. Puede ser útil “pre-pensar” a través de algunos escenarios alternativos para que su mente no se asuste si ocurren.

Date cuenta de que la mente emocional y la mente racional están separadas. No tienes que actuar sobre tus emociones cuando las sientes.

Si sientes ira, no tienes que lanzar una rabieta. Si tienes ganas de tener un mal día, no tienes que quejarte ni quejarte. Si las cosas no van a tu manera, no tienes que estar molesto y empezar a actuar pasivo agresivo.

Realmente no podemos controlar nuestras emociones, no podemos decirle a nuestras mentes que dejen de sentirse frustrados o molestos, sin embargo, lo que podemos hacer es no reaccionar a esas emociones. Esta es la razón por la que la supresión de las emociones no funciona, en lugar de tratar de no sentirse frustrado, abrázalo.

Los seres humanos tienen el gran poder de inhibir nuestras reacciones basadas en la emocionalidad y responder basadas en la racionalidad.

Esto significa que cada vez que sentimos las emociones negativas, podemos ajustar nuestra respuesta de manera constructiva en lugar de destructiva. Por ejemplo, si las cosas no van a mi manera, por supuesto que realmente me molestaré, pero en lugar de lanzar rabietas y gases que solo harán que las cosas funcionen, pensaré en enfoques alternativos y me adaptaré a la situación.

Por supuesto, esto es más fácil decirlo que hacerlo, y ser capaz de inhibir sus reacciones a las emociones y ajustar la respuesta adecuada requiere práctica y cultivo constante. Pero darse cuenta de que estamos separados de nuestras emociones es un gran comienzo y nos da el poder de no permitir que las emociones nos empujen a todos.

Haz de un hábito parar, respira hondo y relájate. Examine si sus expectativas son o no realistas, y ajústelas cuando sea necesario. Piensa en las cosas que te molestan y te frustran desde una perspectiva más amplia, y decide si son lo suficientemente importantes para que gastes energía en sentimientos de frustración no productivos, o si te beneficiarías de adoptar una perspectiva diferente. Los sentimientos negativos no son productivos y, a menudo, son simplemente la respuesta que tomamos por costumbre. Es posible cambiar su respuesta al elegir ver estas cosas como desafíos para ser resueltos con éxito, convirtiéndolos así en problemas de los que tendrá la oportunidad de sentirse orgulloso cuando los enfrente con éxito.