Ser el mejor debe ser la ambición de un joven. No es nada extraño. Tus profesores también te aconsejan que apuntes al mejor. Es tradicional bendecir al joven para que alcance la posición más alta.
Tienes que aumentar tu ambición constantemente. Es imprescindible llegar al pináculo. Si apuntas al segundo mejor, serás mediocre.
Un joven debe aspirar a evitar la mediocridad. Debería dar buen ejemplo a las generaciones venideras.
Mi idea aquí es no predicar alguna ideología. Solo te estoy pidiendo que inculques algún sentido práctico. En este mundo de competencia, la política es hacer o morir.
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