Cuando se trata de compartir, la persona con la que compartes es un factor muy importante a considerar. Compartir puede tener dos resultados: 1) comparte con alguien y se siente mejor con respecto a lo que estaba sintiendo o 2) se siente aún peor con respecto a cómo se sentía.
Un ejemplo del segundo escenario es cuando te ridiculizan por algo que tomas muy en serio. Tal reacción realmente podría doler y al final podría terminar poniendo más peso en el tema en cuestión. La razón por la que las personas ocultan sus emociones es porque tienen miedo o no están seguros del resultado de compartir. No tiene idea de cómo esta persona lo percibirá después de compartir, no sabe qué puede hacer con la información, simplemente no está listo para que nadie sepa cómo se siente o no tiene idea de cómo se siente realmente.