¿Hay un gen “asesino”?

Hay varias variantes genéticas (mutaciones en genes existentes) implicadas en mejorar uno u otro tipo de comportamiento agresivo. Aún así, el entorno en el que la persona crece y la personalidad tiene un gran impacto en la forma en que se expresan estos impulsos. Uno puede aprender a controlar sus impulsos violentos y otro: sucumbir a que se convierta en un asesino despiadado. Por lo tanto, la genética por sí sola no convertirá a una persona en un asesinato, pero puede predisponerlo a tal destino.

Si desea leer más sobre violencia y genética, consulte aquí: American Journal of Medical Genetics Parte B: Genética neuropsiquiátrica, Genética del comportamiento agresivo: una visión general