Las bibliotecas ya no son realmente lugares de shhhhh-ing. Se han convertido en centros para que las comunidades reúnan y compartan ideas, tanto en la palabra escrita como en la oral.
¡Dicho esto, la gente todavía debe ser considerada en una biblioteca! A menudo tengo el mismo problema de teléfono celular con los usuarios en la biblioteca de mi universidad. No estoy seguro de qué es, pero parece que a medida que la tecnología nos envuelve y nos aísla unos de otros, tendemos a perder nuestra capacidad de recordar las interacciones sociales apropiadas.