Hay un libro que leí hace un tiempo llamado “Lo que todo el mundo está diciendo”. En él se explica que nuestra respuesta de vuelo o lucha es en realidad una respuesta que consta de 3 cosas. Congelar, huir, y luchar. Los seres humanos se congelan instintivamente durante situaciones estresantes para obligarnos a pensar y hacernos menos notorios. Es un rasgo diseñado para mantenernos vivos permitiéndonos evaluar una situación antes de actuar sobre ella. Cuando te das cuenta de que dejaste la estufa encendida después de salir de casa, no te das la vuelta al instante. Haces una pausa y consideras “espera un minuto, ¿realmente hice eso?” Y luego no te das vuelta porque te diste cuenta de que lo hiciste, de hecho, apágalo. Sin esa pausa, es posible que se haya girado cuando la estufa no estaba encendida, y podría costarle una reunión y mucho dinero.
La congelación es un componente útil para el instinto humano, y ha servido para mantenernos vivos durante miles de años. Nuestros instintos son hacer una pausa.