Las empresas no pueden permitirse tener empleados con poca etiqueta. Pierden ventas al enajenar a los clientes con malos modales telefónicos o modales en la mesa. La productividad disminuye cuando los empleados tienen hábitos de distracción o causan conflictos innecesarios. Las reuniones se realizan de manera ineficiente cuando los gerentes no saben cómo dirigirlos adecuadamente. Mientras tanto, las nuevas contrataciones, especialmente los recién graduados, perjudican sus carreras y el rendimiento de la empresa cuando no saben cómo comportarse adecuadamente en un entorno empresarial. ¡Por esta razón, los dueños de negocios, ejecutivos y gerentes están dispuestos a pagar los mejores dólares a los expertos en etiqueta que pueden ayudar!
Todas las clases difieren; sin embargo, lo mejor cubrirá una variedad de temas, desde mejorar la comunicación y hablar hasta aprender los entresijos de las redes sociales adecuadas y el protocolo de correo electrónico.