¿Cómo funciona exactamente este dicho?

Lo diría de manera ligeramente diferente.

Que lo que más nos molesta en los demás son las cosas que más intentamos reprimir en nosotros mismos,

Claro que sí, porque nos da una comprensión clara de nuestros gustos y aversiones, así como nuestro nivel de tolerancia con una situación o persona determinada.