¿Suponiendo que no haya consecuencias de un acto, que alivie la culpa relacionada con él de manera más efectiva, absteniéndose de ello o rindiéndose más en ella?

Siempre hay consecuencias para nuestras acciones, incluso si esas consecuencias son sentimientos de culpa o vergüenza, que en realidad son consecuencias significativas. Si bien las personas a veces pueden adormecerse con esos sentimientos realizando una y otra vez el acto, no hay forma de escapar de las consecuencias. Simplemente toman otra forma.