- Honesto
Es imposible ser una persona decente sin honestidad. Otros deben poder confiar en que sus palabras y acciones están alineadas. No hay nada más perjudicial para las relaciones que la deshonestidad. Eso significa toda deshonestidad, no solo mentiras habladas, sino falsas impresiones, emociones falsas, retener información importante y la manipulación de emociones a través de juegos dramáticos. Todo es deshonestidad.
- Intenciones benevolentes
Decido que una persona es decente cuando sé que puedo darles el beneficio de la duda, incluso cuando cometen errores. Es decir, me siento confiado de que tienen buenas intenciones aun cuando parezcan ásperos o abruptos. Todos actúan de vez en cuando, se enojan o se comportan de manera considerada. Lo acepto cuando sé que no significan daño. La gente decente tiene compasión y siente por los demás, incluso si a veces se ponen gruñones.