El pesimismo espera lo peor. Y el realismo es aceptar lo que viene en la vida.
Si a una persona le ocurren cosas negativas durante un largo período de tiempo, tiende a ver esto como la única realidad. Pierde toda esperanza. Y así confunde el pesimismo con el realismo. Esta confusión ocurre incluso cuando las personas ven cosas incorrectas y negativas que ocurren más que las positivas.
O el último caso en que esto podría suceder sería, si la persona no es consciente de los significados reales de las dos palabras.