¿Por qué los humanos anhelan poder?

En lo más básico, el bebé quiere poder alimentarse solo, el adulto joven quiere poder vivir sin padres, los padres quieren poder cuidar de sus hijos, el liderazgo de la tribu quiere cuidar su tribu

Todo sale de control cuando el deseo de poder de algunas personas se convierte en una cosa en sí misma, y ​​ya no se trata de cuidar de sí mismo, de los seres queridos, de quienes somos responsables de forma activa.

Sin el instinto básico de anhelar una cierta cantidad de poder, la humanidad no habría tenido éxito.

Pero al igual que nuestros instintos nos dicen que consumamos alimentos dulces y grasos, porque cuando todos los alimentos se “encontraron” pudimos obtener suficientes calorías al consumir alimentos con mayor contenido calórico (más que simplificación, pero lo suficientemente buenos para la analogía), los instintos humanos Dinos que el poder nos hará más seguros.

Y la analogía se extiende … en los tiempos modernos, el impulso de comer alimentos dulces y grasos conduce a la obesidad y los problemas de salud.

En los tiempos modernos, el impulso de tener poder conduce a la manipulación, el comportamiento no ético y las mentiras, a luchar por el poder, sin límite.

Lo que alguna vez fue la base del éxito humano, se vuelve demasiado fácil, y solo nos quedan los seres humanos más sabios y compasivos que utilizan el poder.

En teoría, una persona poderosa puede garantizar la seguridad y el bienestar de sí mismos y de su familia. Como resultado, es una estrategia de supervivencia, si no necesariamente una buena.

Aquellos que sí perciben que aumentará el coeficiente de supervivencia de su línea de sangre, o que están en una mejor posición para tomar decisiones informadas que los que se encuentran actualmente en una posición de poder.

O … si estás hablando de poder eléctrico y motor en lugar de poder social, es porque somos perezosos o aspiramos a ser “más grandes que nosotros mismos”.