¿Es generalmente mejor en la vida ser un mal mentiroso o uno grande?

Ser un gran mentiroso puede protegerte, abrirte una gran cantidad de conocimientos y también magnifica la belleza del mundo. ¿Cómo?

Ser un gran mentiroso te protege dándote un sexto sentido. Literalmente, le permite poder pensar, en una negociación, en una estafa, al tratar con sus relaciones sociales, “hrm … algo huele mal”. Tu posibilidad de ser manipulado por otros se reduce significativamente tanto tiempo que también mantienes a raya a tu codicia.

Una vez que superas eso, ser un gran mentiroso te ayuda a detectar las mentiras que las personas se dicen a sí mismas, las mentiras que las personas se dicen entre sí y los matices de las conversaciones ingeniosas que te permiten leer entre líneas y entender realmente lo que está sucediendo. Este tipo de conocimiento social abre el mundo de la política, la economía y también los negocios, que pueden utilizarse en gran medida para promover sus objetivos en la vida.

Y, finalmente, ser un gran mentiroso también hace que aprecies la honestidad y la lealtad en una medida mucho más profunda. Las relaciones que tenga con las personas se sentirán más íntimas, y que cada pequeña mentira que vea en el mundo le recordará que debe estar agradecido con las personas que realmente lo aman.

¿Por qué es este el caso?

Porque ser un gran mentiroso tiene que ver con comprender las emociones humanas y jugar con ellas.

Soy un mentiroso y manipulador astuto y me salí con la suya con todo tipo de cosas cuando era mucho más joven. La culpa de eso todavía me preocupa, y trabajo duro para ser tan sincero con los demás como pueda.

Mi esposa es una mentirosa hilarantemente mala, y somos buenos para responsabilizarnos mutuamente.

Preferiría haber sido siempre honesto o haber sido llamado más a menudo a tonterías juveniles. El retroceso kármico de una mentira exitosa es bastante doloroso para mí.

Como todo lo demás, depende de lo que te apetezca.

Muchas personas son malas mentirosas, pero en el momento en que esas personas se dan cuenta de que otras personas las consideran malas mentirosas, pueden convertirse en buenas mentirosas. He hecho esto a veces, no sé cómo llamarlo, un buen mentiroso o un mal mentiroso. Por lo tanto, puedes aprovecharte de tu rostro inocente o de que la gente te perciba como un mal mentiroso y se convierta en un buen mentiroso.
Pero asegúrese de deslizarse en las mentiras con moderación y subrepticiamente.

Mucho mejor ser un mal mentiroso.

Te mantiene honesto.