Pedir a las personas que expliquen cómo funciona su perspectiva es la mejor manera. Pedirles que expliquen de qué se trata simplemente les tranquilizará lo mucho que saben sobre el tema, pero si les pide que se lo enseñen, la mayoría de las veces encontrarán que no conocen el tema también. Como pensaron ellos lo hicieron, lo que deja una abertura. También es una buena forma de verificar dos veces un tema. Un experto puede explicar con cualquier nivel de simplicidad o complejidad que requiera su audiencia. Pocas personas son expertas, por muy audaces que sean, así que puedes usar este truco para encontrar las grietas en su armadura.
O si desea que la pregunta sea diferente, busque en la “epistemología de la calle”, que es cómo dirigir la conversación hacia cómo saben lo que dicen saber, lo que tiene efectos similares en un nivel más directo que el método anterior. Cuando diga que cambien sus valores, eso dependerá en parte de si se refiere a principios básicos o prioridades aplicadas.