¿Cómo controla el estrés nuestro comportamiento?

La mayoría de los expertos están de acuerdo: hay beneficios para el estrés. Por un lado, te hace más centrado y alerta. Y eso indica que algo que te importa es lo que está en juego.

Pero es posible tener demasiado de algo bueno. Cuando el estrés se vuelve inmanejable, puede causar estragos en todo, desde su dieta hasta sus relaciones.

Redondeamos nueve formas respaldadas por la ciencia de que el estrés a corto y largo plazo afecta su comportamiento diario.

Sigue leyendo para descubrir por qué puedes actuar de manera menos racional, ética y amigable cuando estás abrumado.

1. Puedes terminar tomando malas decisiones.

La investigación sugiere que es mejor evitar tomar decisiones importantes cuando se siente estresado. Esto se debe a que tiende a enfatizar demasiado los posibles resultados positivos de su decisión, mientras subestima los negativos.

Por ejemplo, si está bajo presión para decidir si acepta una oferta de trabajo, puede concentrarse en los beneficios de la empresa y olvidarse de los largos viajes diarios.

2. Puedes actuar irritable.

Es probable que ya se dé cuenta de que es menos emocionante estar cerca cuando está estresado.

Échele la culpa a su actividad neurobiológica: los científicos descubrieron recientemente que el estrés crónico desencadena una enzima para atacar una determinada molécula en el cerebro y el resultado es una disminución de la sociabilidad (al menos en roedores).

3. Es posible que te sea más difícil lograr tus objetivos.

En un experimento, los científicos descubrieron que las hormonas del estrés inhiben la actividad en las áreas del cerebro que involucran el comportamiento dirigido hacia el objetivo, pero no en las áreas del cerebro involucradas en el comportamiento habitual.

En otras palabras, cuando estás bajo estrés, es probable que vuelvas a los viejos patrones en lugar de cambiar tu comportamiento para lograr objetivos específicos. Por lo tanto, si está en una situación estresante mientras intenta perder peso, es posible que coma galletas en forma habitual en lugar de uvas.

4. Puede ser más probable que se comporte de forma poco ética.

Cuidado con el impulso de hacer trampa en un examen de alto riesgo.

Un estudio reciente descubrió que las personas con niveles altos de hormonas como la testosterona y el cortisol tenían más probabilidades de hacer trampa en una prueba de matemáticas. (El cortisol generalmente aumenta cuando estás estresado.)

Además, el estudio también encontró que las personas que hicieron trampa mostraron niveles reducidos de cortisol, lo que significa que hacer trampa puede haber sido una forma de aliviar algunos de sus síntomas de estrés.

5. Es posible que estés dispuesto a trabajar más duro para obtener una recompensa, aunque no necesariamente te guste más.

Otro estudio reciente ayuda a explicar por qué puedes atacar cada gabinete en busca de una barra de chocolate cuando te sientes agotado. De acuerdo con la investigación, el estrés nos hace querer recompensas más de lo habitual, aunque el placer que experimentamos al obtener esas recompensas no es mayor.

Los autores del estudio dicen que estos hallazgos ayudan a explicar por qué el estrés es un determinante importante de las recaídas en la adicción, el juego y el atracón.

6. Puede correr mayores riesgos.

La investigación en adolescentes sugiere que las personas socialmente ansiosas tienen más probabilidades de correr riesgos cuando experimentan estrés.

Una posible explicación de por qué es que las personas que están muy ansiosas y bajo estrés se centran en regular su respuesta al factor estresante y no tienen suficientes recursos cognitivos para inhibir su comportamiento de riesgo.

Al mismo tiempo, otro estudio encontró que los hombres en general tienen más probabilidades de correr riesgos cuando están bajo estrés, mientras que las mujeres se vuelven más conservadoras.

7. Es posible que tenga más dificultades para resistir la comida chatarra.

Los nuevos hallazgos de la investigación ayudan a aclarar por qué a menudo recurrimos a los dulces y las “comidas reconfortantes” cuando nos sentimos estresados. Según el estudio, el estrés afecta la parte del cerebro que comunica información sensorial (como el gusto) y la parte involucrada en el autocontrol.

En otras palabras, los alimentos poco saludables pueden parecer aún más deliciosos, y puede ser aún más difícil mantener su objetivo de pérdida de peso o de mantenimiento de peso.

8. Puedes estar menos inclinado a hacer ejercicio.

Un creciente cuerpo de investigación sugiere que el estrés inhibe la actividad física (aunque algunos estudios han encontrado que el estrés aumenta la actividad física entre las personas que ya son ávidas de hacer ejercicio).

Los investigadores dicen que eso es posible porque el estrés puede hacer que las sensaciones desagradables asociadas con el ejercicio sean aún más notables.

9. Puedes ser más olvidadizo.

Si alguna vez te has sentido despistado y a punto de llorar durante un período estresante prolongado, una investigación reciente podría explicar por qué.

Un estudio en ratas encuentra que el estrés crónico cablea partes de sus cerebros para que sean más emocionales y más olvidadizos.