¿Por qué deberíamos leer si finalmente lo vamos a olvidar?

Estas son algunas cosas (beneficios) que permanecerían contigo para siempre incluso si olvidas lo que estaba en el libro:

1. Estimulación mental
Al igual que cualquier otro músculo del cuerpo, el cerebro requiere ejercicio para mantenerse fuerte y saludable. La lectura es un ejercicio cerebral.

2. Reducción del estrés
Una novela bien escrita puede transportarlo a otros reinos, mientras que un artículo atractivo lo distraerá y lo mantendrá en el momento presente, dejando que las tensiones se disipen y le permita relajarse.

3. Conocimiento
Todo lo que lees te llena la cabeza con información nueva, y nunca sabes cuándo puede ser útil.

4. Expansión del vocabulario.
Esto se relaciona con el tema anterior: cuanto más lees, más palabras adquieres, e inevitablemente entrarán en tu vocabulario cotidiano.

5. Mejora de la memoria
Cuando lees un libro, debes recordar una variedad de personajes, sus antecedentes, ambiciones, historia y matices, así como los diversos arcos y subparcelas que se abren paso en cada historia. Eso es un poco para recordar, pero los cerebros son cosas maravillosas y pueden recordar estas cosas con relativa facilidad.

Finalmente citaré una línea del famoso escritor, Goerge RR Martin.

“Un lector vive mil vidas antes de morir. El hombre que nunca lee solo vive uno”.

Un viejo granjero vivía en una granja en las montañas con su nieto. Cada mañana, el abuelo se levantaba temprano sentado a la mesa de la cocina leyendo su libro. Un día el nieto preguntó: “¡Abuelo! Intento leer el libro como tú pero no lo entiendo, y lo que sí entiendo lo olvido tan pronto
Mientras cierro el libro. ¿De qué sirve la lectura del libro?

El abuelo silenciosamente dejó de poner carbón en la estufa y respondió: “Lleva esta canasta de carbón al río y tráeme una canasta de agua”.

El chico hizo lo que le dijeron, pero toda el agua se filtró antes de regresar a la casa. El abuelo se rió y dijo: “Tendrás que moverte un poco más rápido la próxima vez”, y lo envió de vuelta al río con la canasta para intentarlo de nuevo. Esta vez el niño corrió más rápido, pero nuevamente la canasta estaba vacía antes de regresar a casa. Sin aliento, le dijo a su abuelo que era imposible llevar agua en una canasta, y en su lugar fue a buscar un balde. El anciano dijo: “No quiero un balde de agua; quiero una canasta de agua. No te estás esforzando lo suficiente”, y salió por la puerta para ver al niño intentar
otra vez. En este punto, el niño sabía que era imposible, pero quería mostrarle a su abuelo que, aunque corriera lo más rápido que pudiera, el agua se filtraría antes de regresar a la casa. El niño volvió a sumergir la cesta en el río y corrió con fuerza, pero cuando llegó a su abuelo, la cesta estaba
otra vez vacio Sin aliento, dijo: “Mira el abuelo, ¡es inútil!”

“¿Así que crees que es inútil?” el anciano dijo: “Mira la canasta”. El niño miró la canasta y por primera vez se dio cuenta de que la canasta era diferente. Se había transformado de una vieja y sucia canasta de carbón y ahora estaba limpia, por dentro y por fuera.

Hijo, eso es lo que pasa cuando lees el libro. Puede que no entiendas o recuerdes todo, pero cuando lo leas, serás cambiado, por dentro y por fuera.

Fuente de la historia: redes sociales.

Es como tener sexo.

No recordarás mucho de eso después de un par de semanas, meses, años, excepto cómo te hizo sentir.

¡Y retendrías algunos realmente buenos en tu memoria!