Desde el nacimiento, la mayoría de nosotros estamos programados para salir adelante, obtener una buena educación, aprender una carrera, tener una buena casa y mantener a nuestras familias bien. Esto es diferente de la aceptación de cómo somos como personas, estas son cosas que podemos lograr a través del estudio o el trabajo.
Hay momentos en que la vida se está ejecutando en un plano, con todos los días iguales, y es en estos momentos cuando el espíritu humano anhela más. Es cuando nos sentimos motivados con frecuencia a salir de lo “cotidiano” y hacer una diferencia en nuestras vidas o en las vidas de los demás.